CARRIL-BICI EN MURCIA O CÓMO REIRSE DE LA GENTE

El 3er premio del I CONCURSO DE FOTOGRAFÍA RADIOGRAFÍA MURCIA del pasado sábado fue para la fotografía que llevaba por título “Improvisando carriles bici, inventando parking bici, arriesgando vidas”. Un anónimo ciudadano reflejó muy bien uno de los temas que más interés está suscitando últimamente: la movilidad urbana y el uso de la bicicleta como agradable solución.
Vivimos en una ciudad privilegiada para trasladarnos de un sitio a otro sobre dos ruedas (sin motor). Murcia tiene durante todo el año una temperatura muy agradable y un sol espléndido bajo el que ir de un sitio a otro dando un agradable paseo en bicicleta. Pero es que, además, la geografía del municipio también es propicia.

Murcia es lisa como la palma de la mano. Y, sin embargo, el carril-bici brilla por su ausencia. Pero claro, para que una ciudad disponga de una red de carriles-bici hace falta voluntad por parte de quien maneja el bastón de mando. Y aquí no se aprecia esa voluntad por ningún sitio. Es increíble que, con la cantidad de kilómetros de nuevas, mal planificadas y caóticas avenidas que se han hecho recientemente, ninguna, NINGUNA, lleve consigo un carril-bici, ni tan siquiera la Avda. Miguel Induráin..., ese gran campeón de la bicicleta, menuda contradicción, ¿verdad? Y es que tenemos un alcalde lleno de contradicciones: el señor Cámara sólo se ha subido a la bici en las fiestas que organizaba el Corte Inglés. Pero no se le vio el pelo ni le dio nada de publicidad a la Gran Bicicletada del 12 de noviembre. Ni se le vio el pelo en la puesta en marcha de las Vías Amables.
El pasado mes de noviembre el Ayuntamiento de Murcia negó el permiso a la Plataforma Pro-Carril Bici para señalizar carriles de huerta y carreteras secundarias con poca circulación de vehículos para ser utilizados como seis rutas cicloturistas. La Concejalía de Vía Pública dijo que «poner señales incitaría a la gente a coger la bici y se podrían producir accidentes de tráfico que acabarían en denuncias al Ayuntamiento por recomendar el uso de las rutas» (¿nos reímos o lloramos?)
Y lo que está siendo el colmo es que este alcalde nos va a vender un ridículo tramo pintado en una acera de Juan Carlos I como la instalación del carril-bici en la ciudad. Ya queda hoy reflejado en la prensa local: El carril bici del proyecto del tranvía sólo tendrá 1 kilómetro y discurrirá sobre la acera. Además de hacer el ridículo, ha de quedar claro que lo que se está haciendo no es un carril-bici, sino una acera-bici. Una vía ciclista que discurre por una acera no es un carril bici, es una acera-bici. Las aceras bici tienen detractores, porque enfrentan a ciclistas y peatones. Ya lo comentó muy bien un vecino en la prensa local: "…acera-bici, carril-trampa o carril-rampa, porque, por lo que se va viendo, la trampa esta vez consiste en un espacio de poco más de un metro de ancho en la acera, con las farolas por medio, y subiendo y bajando continuamente de la acera al asfalto. Y, además, en un solo sentido de la avenida".
Desde luego, mal lo tenemos los amantes de la bicicleta, de la movilidad urbana y del desarrollo sostenible con una corporación municipal que nos ignora de una manera tan elocuente.

Haced comentarios, el tema merece la pena.