NUESTRO PATRIMONIO AMENAZADO
Hace más de dos años, el 28 de noviembre de 2004, el periódico La Opinión publicaba un artículo que bajo el título “La ruina acecha a ocho emblemas arquitectónicos” relataba la amenaza de desaparecer que se ceñía sobre varios edificios históricos de la ciudad de Murcia “por el olvido y la insensibilidad de sus propietarios y de la Administración”. Las edificaciones indicadas, de gran valor arquitectónico y estilístico, se encontraban abandonadas y en proceso de desprotección para sacarlos del Plan Especial Conjunto Histórico Artístico de Murcia (PECHA) que hasta ahora los salvaba de ser demolidos. La lista de edificios es la siguiente:
- Antigua Prisión Provincial (primera mitad del siglo XX)
- Antiguo Edificio de Correos (1930)
- Teatro Circo (1880)
- Casa de Jara Carrillo (1900-1936)
- Fábrica Nacional de la Pólvora (1900-1936)
- Gobierno Militar (1930) [DERRIBADO]
- Edificio Plaza Hernández Amores (1900-1936)
- Edificio Rambla (1900-1936)
Pues bien, lamentablemente no se equivocaba este artículo, ya que el edificio del Gobierno Militar, construcción de estilo ecléctico ubicada en la antigua Calle de Correos, fue derribado recientemente tras haber sido desprotegido.
El tesoro arquitectónico de nuestra ciudad se convierte en una más de las víctimas de la especulación a toda costa a la que nos tienen acostumbrados. Todas estas edificaciones, ubicadas en su mayoría en pleno centro, constituyen un suculento negocio para los constructores, teniendo en cuenta los precios que puede alcanzar un piso en la Calle Trapería o en la conocida como Plaza de la Cruz. No podemos permitir que el patrimonio de todos los murcianos y murcianas, el tesoro arquitectónico de Murcia desaparezca, porque éste constituye una parte fundamental de la identidad de nuestra ciudad y su pérdida un daño irreparable. Queremos que las generaciones próximas puedan seguir disfrutando de todas estas joyas al pasear por nuestras calles...
¡POR EL RESPETO Y LA CONSERVACIÓN DE NUESTRO PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO! POR UNA MURCIA VIVA